Despedida
- Clara DAngelo
- 15 ene 2017
- 1 Min. de lectura

Hoy se fue Nina. Durante veinticuatro días compartimos las vacaciones en dos departamentos contiguos. Cada mañana sin excepción, ella abrió sus ojos y pensó en mí. Descalza, en camisón con el pelo revuelto y abrazada a su trapito, golpeó mi puerta. Desayuné alegrías, conversamos de muchas cosas y la vi disfrutar de absolutamente todo, aun de aquellos programas que compartió en el mundo de los adultos. La vi crecer. Pasamos las últimas horas muy juntas, entre juguetes de despedida, abrazos y rabas, las dos sabíamos que una vez mas esta convivencia temporaria afianzaba nuestro amor. Ya en el auto, tres grandes sonrisas me despidieron: Una, la de su mamá a quien adoro, la otra de su papá inmenso a quién tanto admiro y la de ella brillante y amorosa. Antes de arrancar y con la ventanilla baja me dice: -Te voy a extrañar Abu, me desarmo al instante, me emociono y lloro. Trato de evitarlo pero nunca lo logro, intento recomponerme pensando fuerte: “Dale boluda, no llores, misión cumplida y recompensa enorme” Queridos míos, buen regreso!
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