San Petesburgo
- Clara DAngelo
- 23 ago 2017
- 1 Min. de lectura
Fachadas multicolores, cebollas doradas, ciudad de perspectiva inconmensurable invadida por un turismo desordenado, autos de marcas internacionales que irrumpen con violencia las calles.
Europea y áspera, con el brillo falso de un pueblo que no logra despojarse de un furioso pasado comunista.

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